ULTIMAS NOTICIAS DISLEXIA

El pasado fin de semana se celebró en Blanes un curso sobre dislexia, organizado por la bioclínica dental de Ignacio Calle, en la que los ponentes, el Dr. Patrick Quercia, oftalmólogo y Alfredo Marino (ortodoncista) explicaron el protocolo diagnóstico y terapéutico que llevan aplicando con notable éxito desde hace quince años.

A tenor de sus resultados, ya no es posible afirmar que la dislexia es incurable y que hay que aprender a vivir con ella. En la mayoría de casos, con el tratamiento adecuado, la dislexia puede quedar en el pasado.

Todavía no es posible afirmar que se ha encontrado la solución definitiva, pero ya resulta evidente que estamos en la buena dirección.

DAME RITMO

LENGUAJE Y MÚSICA QUIEREN RITMO

El pasado fin de semana estuve en un curso de Ronnie Gardiner.

Lo recomiendo vivamente. Primero porque funciona, segundo porque es muy divertido y tercero porque creo que acierta de pleno al comprender las dificultades rítmicas de los niños disléxicos.

El método consiste en seguir ritmos mediante movimientos estructurados que exigen coordinación homo y contralateral. Parece un juego divertido, pero hay mucha neurología implicada. Os animo a conocerle.

DISLEXIA Y AUTOMATISMOS III

AUTOMATISMO DEL SISTEMA AUDITIVO

Le ponemos los auriculares al niño/a y le pedimos que nos vaya repitiendo el cuento que está escuchando (una voz clara que lee a una velocidad lenta, de unas 70 palabras por minuto).

Veremos que la mayoría de niños no tiene ninguna dificultad en esta prueba, pero algunos quedan absolutamente bloqueados, balbuceando palabras ininteligibles. Solo pueden escuchar o hablar, pero no las dos a la vez. A veces el niño/a recurre a estrategias: memoriza todo lo que puede y nos lo dice, pero mientras tanto deja de escuchar. Creo que esta sencilla prueba pone bastante en evidencia el automatismo conseguido o no por el sistema auditivo y es un buen predictor de dificultades de aprendizaje ligadas al desarrollo del lenguaje.

DISLEXIA Y AUTOMATISMOS II

LA PRUEBA DE SEGUIMIENTOS OCULARES

Clásica entre los optometristas, consiste en pedir al niño/a que siga con la mirada un objeto móvil, como por ejemplo la punta de nuestro bolígrafo.

El optometrista se fija en la manera de realizar el seguimiento ocular. Si mueve o no la cabeza también, si el globo ocular sigue con fluidez o a saltos, si ambos ojos van en paralelo, etc. Podemos preguntar al niño/a sencillas cuestiones mientras realizamos el ejercicio. Cuando los movimientos oculares de seguimiento están automatizados, no resulta un problema hablar mientras sigo el móvil con la mirada. Pero cuando no lo están, o hablo o sigo el objeto con la mirada, pero no puedo hacer los dos a la vez.

A nivel auditivo sucede lo mismo, aunque en esta ocasión la prueba es otra distinta.

DISLEXIA Y AUTOMATISMOS

La dislexia precisa automatismos

Puedo conducir o hablar mientras conduzco el coche, porque no necesito concentrar mi atención en mover el volante o cambiar de marcha. Los movimientos necesarios para dirigir el vehículo los gestiona una parte de mi cerebro de forma automática, sin que tenga que concentrarme en ello.

La lectura sigue el mismo proceso. Sólo cuando es automática es eficaz. Es entonces cuando podemos pensar en lo que leemos, obteniendo de ese modo la comprensión del texto. Cuando no hay fluidez, no hay comprensión. Es por eso que las escuelas dan tanta importancia a la velocidad lectora.

Para leer con rapidez debe haber una coordinación exquisita entre los diferentes sistemas que intervienen: el visual, el auditivo, el motor, el equilibrio… La lectura exige al cerebro que sepa integrar informaciones, y lo haga deprisa.

Unas sencillas pruebas ponen en evidencia la falta de automatismos en la lectura del niño etiquetado de dislexia.

LA POSTURA, REFLEJO SENSORIAL

La aportación esencial de la escuela portuguesa de posturología, es comprender que los problemas posturales (acompañados de todo tipo de sintomatología dolorosa) tienen como causa un trastorno de integración sensorial, y no meramente muscular.

Dicho de otro modo, adopto una mala postura porque la información que me proporcionan los sentidos no es correcta, y creo ponerme recto cuando estoy torcido.

El niño disléxico presenta siempre deficiencias posturales, que son reflejo y consecuencia de una mala integración sensorial. A través del diagnóstico postural, el Dr. Quercia y colaboradores es capaz de plantear una terapia correctora, que permite una percepción adaptada a las diferentes situaciones que vivimos, entre ellas la lectura.

Postura y dislexia

Hemos citado anteriormente al Dr. Patrick Quercia. Dedicaremos algunos días a comentar pasajes de su libro «Tratamiento propioceptivo de la dislexia».

Tal como nos comenta su autor, esta obra no explora los mecanismos cognitivos que hay detrás de la dislexia, sino que se centra en los descubrimientos realizados por Henrique Martins da Cunhà y Orlando Alves da Silva, médicos de la Escuela Portuguesa de Posturología, que se interesaron por la dislexia gracias a la intervención de la neuropsicóloga Graciete Serrano.

Para estos médicos, la dislexia no aparece nunca aislada, sino que es tan sólo un aspecto particular de una perturbación perceptiva múltiple, acompañada siempre de trastornos posturales, que son consecuencia de la perturbación.

Es de subrayar que, por tanto, la terapia propuesta por el Dr. Quercia no va a consistir en enseñar al cerebro a leer, sino que vamos a actuar sobre el cerebro automático, el que controla nuestra postura, nuestros reflejos y movimientos sin que nos demos cuenta.

EL TÁLAMO DISLÉXICO

En una conferencia que pronunciaba el Dr. Alfred Tomatis, otorrinolaringólogo francés (1920-2001), un grupo de neurólogos le preguntó si podía resumir en pocas palabras su técnica en relación a la neurología. Contestó que no hacían falta muchas palabras, bastaba una: Tálamo.

El tálamo es una zona cerebral curiosa. En él convergen y se integran todas las sensaciones que recibimos constantemente, visuales, auditivas, táctiles, etc. Parece ser que allí reciben contenido emocional, y esas sensaciones nos parecen agradables o no, tristes o alegres, nos generan enfado o sorpresa, etc.

La zona esencialmente auditiva del tálamo se denomina cuerpo geniculado medial (CGM). Está justo al lado del visual, que es el lateral.

Pues bien, recientemente los científicos han descubierto que esta zona del cerebro funciona bastante diferente en disléxicos y no disléxicos, abriendo una vía interesante de investigación.