Leo este tipo de afirmaciones y me quedo perplejo. Un niño que haya sufrido muchas carencias y privaciones, seguramente ya desde el embarazo, tiene muchas posibilidades de padecer trastornos en su desarrollo, que afectarán a su comportamiento y capacidades intelectuales. Es de puro sentido común.
Pero la cuestión es meter la palabra «tdah» como sea, porque así… ah! ya sabemos qué hacer, tenemos un protocolo a seguir.
¿Por qué será que la epidemia de tdah afecta más a los niños adoptados, maltratados, hijos de emigrantes, prematuros, con bajo peso al nacer, a los más jovencitos de las aulas…? ¿Tan difícil resulta comprender que eso no es una enfermedad llamada tdah sino la consecuencia de haber pasado mucho sufrimiento? El cerebro es plástico, para bien y para mal.
Un comentario sobre “TDAH DE IMPORTACIÓN”